La osteoporosis es una enfermedad metabólica en la que el hueso (osteo) se vuelve más poroso (porosis), es decir, más delgado y frágil. La masa ósea (cantidad de hueso mineralizado) se compone de proteínas y minerales de calcio. El cuerpo forma hueso nuevo y elimina el viejo constantemente. A partir de los 40 años se forma menos hueso nuevo y, consecuentemente, con el envejecimiento la cantidad de masa ósea va descendiendo, especialmente en la mujer. Si la pérdida de masa ósea es importante puede aparecer osteoporosis. Se cree que a los 65 años el 80% de las mujeres pueden tener osteoporosis y el 25% pueden sufrir alguna fractura por osteoporosis. Una cuarta parte de los que sufren fracturas pueden morir o permanecer incapacitadas para el resto de su vida.

 

Síntomas.

Se puede decir que mientras el hueso no se aplaste o no se fracture la osteoporosis es silente. Cuando se aplasta o se rompe, se produce un dolor agudo e intenso, incapacidad funcional y deformidades. En cambio, a veces las vértebras se van hundiendo poco a poco sin producir apenas dolor. Es típica la disminución en altura y la aparición de una joroba (cifosis dorsal). Los huesos más afectados son las vértebras, el fémur y el radio.

 

Factores de riesgo.

Raza blanca, mujer, el encamamiento, la falta de ejercicio, la menopausia, el tabaquismo, el consumo de alcohol, antecedentes familiares de osteoporosis, personas muy delgadas, dieta pobre en calcio, ciertas enfermedades como la diabetes, o ciertos medicamentos como los corticoides. Si una persona tiene dos o más factores de riesgo debe consultar al reumatólogo ya que lo importante es detectar y tratar la osteoporosis antes que aparezcan las fracturas.

 

Diagnóstico.

Se realiza midiendo la masa ósea mediante técnicas de densitometría ósea. Sin embargo, en muchas ocasiones y sobre todo en personas mayores de 65 años es suficiente un estudio radiológico. A veces, se realizan análisis de sangre y orina para determinar si el metabolismo del calcio está alterado (en la mayoría de los pacientes es normal).

 

Tratamiento.

Normas generales.

Las normas generales son aplicables a toda la población y son esenciales tanto para prevenir como para tratar la osteoporosis. Se recomienda una dieta rica en calcio (1000 – 1500 mg/día), realizar ejercicio físico a diario lo más enérgico posible o al menos andar una hora al día y evitar el tabaco y el alcohol.

 

Tratamiento farmacológico.

Hoy por hoy no disponemos de ningún medicamento eficaz y seguro capaz de estimular la formación de hueso y recuperar la pérdida de masa ósea. Sin embargo disponemos de medicamentos, como los moduladores de los receptores de estrogénicos, los bifosfonatos, la calcitonina, la vitamina D y el calcio, que evitan la pérdida de masa ósea. El tipo de fármaco empleado depende fundamentalmente de la edad del paciente y la severidad de la osteoporosis. En líneas generales, se emplean los estrógenos (terapia hormonal sustitutiva) en mujeres postmenopáusicas y en los ancianos vitamina D más calcio.